No se le muestra un anuncio directo, sino que entra en nuestro embudo o funnel de ventas a través de otras presentaciones de su interés (noticias, vídeos, etc.).

Pues bien, el inbound telemarketing se refiere al mismo concepto, pero con la particularidad de que, una vez se llega al borde del embudo, el siguiente paso o llamada a la acción es vía telefónica.

Y ahora te estarás preguntando que a santo de qué te va a llamar nadie para que le vendas tus productos. Pero hay un matiz en todo esto.

En realidad, el posible cliente no es que te llame, aburrido, para escuchar tu argumento de ventas, sino que te llama, por ejemplo, para resolver una duda, para interesarse por tus servicios en general o porque le hablaron de tu empresa.

Es ahí donde el call center recibe la llamada y no sólo está preparado para atenderla, sino que la aprovechará para accionar una estrategia de ventas predefinida.   

Y el matiz del que te hablábamos está en que ha sido el posible cliente el que ha iniciado el contacto, y no al revés, lo que reduce la fricción y, sin lugar a duda, aumenta el ROI o retorno de la inversión en comparación con otras técnicas de marketing más intrusivas.

Es lo que se conoce como un lead cualificado (a diferencia de un contacto en frío) porque ya ha mostrado su interés. 

Ahora bien, para que funcione tendrás que poner de tu parte. El inbound telemarketing se dice que es pasivo, pero no tanto. De alguna manera tendrás que animar a la audiencia y dejarle migajas de interés durante su recorrido comercial. 

PS: Y recuerda la importancia de un buen CTA o botón call to action que le indique claramente al prospecto qué ha de hacer (llámanos, resuelve tus dudas, etc.).